ENTREVISTA ESTÁNDAR: El tipo más común, la entrevista estándar, es un intercambio abierto de información entre el entrevistador y tú. Te hacen preguntas sobre tu educación, tu experiencia de trabajo, tus intereses de carrera, etc. A cambio, tú haces preguntas sobre la empresa, cargo o industria. La entrevista ideal fluye como una conversación, con un intercambio dinámico de información y de ideas para que las partes se conozcan.
ENTREVISTA DE CASO: Un segundo estilo de entrevista es la entrevista de caso, la cual simula el trabajo que realizarías en el cargo para el que estás optando. Estas entrevistas, donde por lo general, hay que resolver problemas, son más comúnmente usadas por firmas consultoras. Este tipo de entrevista puede ser más estresante que la entrevista estándar porque se actúa bajo continuo escrutinio y con límite de tiempo. La mejor solución es aprender lo que este tipo de entrevistas implica y empezar a sentirse cómodo con ellas a través de la práctica.
ENTREVISTAS DE PRESIÓN: Finalmente, están las entrevistas de presión donde el entrevistador intencionalmente te confronta o reta para crear tensión. La persona que hace la entrevista hace que te pongas a la defensiva para ver cómo respondes a situaciones interpersonales difíciles o incómodas. Este tipo de entrevistas son más usadas en negocios centrados en el cliente, como firmas consultoras o de inversiones, cuyos clientes frustrados o agresivos te pondrán retos de la misma manera. El propósito de esta entrevista es ver tu reacción y si puedes permanecer tranquilo cuando tengas que enfrentar adversidades.